Aquellos que convivimos entre animales, que los consideramos amigos y compartimos con ellos muchos de nuestros estados de ánimo, sabemos que estos leales compañeros de viaje son en realidad nuestros grandes maestros, ello es difícil de entender para el ciudadano urbano y aséptico, al que sólo le interesa la productividad, sus cuotas de prestigio social y resultados económicos. Pero sabemos que la naturaleza y todos sus hijos siguen los ritmos cósmicos sin esfuerzo, y sincronizan con la unidad porque forman parte de la misma. Quizá no evolucionen como nosotros, pero su desarrollo espiritual es más estable que el nuestro, y digo espiritual, porque ellos tienen espíritu como lo tenemos nosotros o cualquier ser vivo.
La falta de sensibilidad de algunas religiones y su carencia de contenido espiritual han llevado a muchos seres humanos a no considerar ni respetar a nuestros hermanos menores, siendo tan importantes como han sido, tanto para nuestra supervivencia como para nuestro desarrollo. Incluso algunas religiones han sido capaces de promover o realizar sacrificios colectivos de animales, por ejemplo los egipcios sacrificaban gran cantidad de perros a la salida de la Estrella Sirio, en la Edad media la iglesia Cristiana y la inquisición no sólo asesinada mediante la hoguera, el ahogamiento, y demás formas de matar a quienes tenían ideas diferentes, (e incluso a veces a quien nos las tenían), sino que a los gatos se les consideraba animales al servicio del diablo, el exterminio de estos animales fue tal que en muchos pueblos de Europa no existían gatos. Vamos que después de tanta locura, nos encontramos, que en España se han abandonado en los últimos meses 70.000 perros, los vemos perdidos por la carretera, con miedo, buscando a sus dueños y amigos, sin entender que ocurre, como les han abandonado, dónde está, porque, eso sí, los animales tienen su mente y piensan y sienten, y quizá piensen menos que nosotros pero sienten más, están más predispuestos a percibir y a sentir a los demás, ya que no tienen un lenguaje como el nuestro, que nos predispone más a pensar, a analizar en detrimento en muchos casos de nuestro potencial de sentir, siendo los humanos capaces incluso de evidentemente de decir lo que se piensa, que en ocasiones es contrario a lo que se siente. En el caso de los animales, su mente y lenguaje no acepta la mentira y la falsedad, todos sabemos que cuando un perro mueve la cola es que está de verdad contento y así lo siente, y cuando te ladra intimidándote es porque se siente amenazado. Nuestros hermanos menores no mienten, transmiten lo que sienten. Así que, el ser humano sólo es superior en fuerza y poder al resto de animales.
Pero abordemos ese mundo psíquico de los animales, ya que, si su capacidad de sentir es más elevada que la nuestra y la de pensar menos corrompida por el lenguaje, es de suponer, que psíquicamente estén bien dotados. Una prueba de ello son los numerosos casos de perros y gatos que habiendo sido abandonados o perdidos, han sido capaces de recorrer cientos de kilómetros por lugares inaccesibles y desconocidos para ellos, y llegar hasta donde están sus dueños.
Pensamos que tienen los sentidos muy desarrollados, pero para tales aventuras es preciso la existencia de algún vínculo emocional que despierte la fuerza psíquica necesaria para no perder la pista.
Todos los animales mamíferos por el hecho de mamar de las madres y vivir un tiempo en el vientre de las madres, establecen fuertes vínculos emocionales que despiertan el potencial psíquico que llevan en su interior, aprende a sentir desde antes de nacer, al igual que los humanos, por ello los animales mamíferos en la escala de la evolución, la espiritualidad y el desarrollo de la conciencia están en los primeros lugares.
Muchas de las personas que tienen perros han aprendido a interpretar han aprendido a comunicarse con ellos en un lenguaje que ambas partes han creado con cierta facilidad, o sea que el animal reconoce y aprende, piensa. Pero muchas personas se habrán dado cuenta que la mirada de un perro es suave y al mismo tiempo profunda, como esperando una respuesta amistosa por parte del humano, una respuesta de amistad humanidad, en esa mirada también va un lazo telepático, por el cual el perro es capaz de percibir nuestro sentimiento hacia él como los pensamientos que tenemos si están en relación con él o son ajenos. Si, en realidad el perro psíquicamente es superior al Homo Sapiens, aunque su instinto le domine más que a nosotros, no tiene nada que envidiarnos en el plano psíquico.
Otra de las cualidades psíquicas del perro es la capacidad que tienen de detectar las energías telúricas negativas a nosotros, que por cierto siempre evitan, en la antigüedad los pueblos nómadas y aquellos que viajaban montaban el campamento donde los perros paraban a descansar.
Otro animal que convive con nosotros muy dotado psíquicamente es el gato, e gato es capaz de ver cosas que escapan a nuestra visión, los iniciados dicen que es capaz de ver el astral y el aura de las personas, es antagónico al perro, y aunque solitario es un gran observador, capaz de detectar con anticipación el peligro que le amenaza a él o a sus dueños.
Evidentemente hay muchos animales como el caballo, incluso se hablaba de que en la antigüedad existían unos seres más inteligentes que los humanos llamados los Centauros mitad hombre y mitad caballo, lo cual indica la proximidad de estos seres con nosotros.
Otro de los animales con una mentalidad diferente pero no por ello inferior es el elefante, que cuenta con un lenguaje propio a base de sonidos y movimientos, y ya se sabe que el elefante cuenta con una gran memoria, y bien sabemos que la memoria es esencial para la conciencia. Por otra parte, el cerebro de estos animales es más grande que el del ser humano, y eso en algo se tiene que notar. Este animal dicen que es capaz de transmitir energías positivas.
En cuanto a los delfines, nos aventajan en casi todo, el cerebro más grande, y un lenguaje mucho más sofisticado que el nuestro, el cual todavía no hemos descifrado, aunque si sabemos que ellos son capaces de descifrar el nuestro, se han hecho varias pruebas que lo demuestran, y de escuchar sonidos y ultrasonidos de más de 100.000 ciclos por segundo, cuando nosotros apenas llegamos a los 20.000 Hz. De los defines se ha hablado mucho y tendido, y siempre hemos visto su disposición a ayudar a los seres humanos. Destacan por su sentido social y la eliminación de estructuras sociales, con lo cual eliminan las relaciones de poder, cosa que los humanos fomentamos continuamente. También destacan por su sentido del juego, de pasarlo bien, de disfrutar, y sobretodo de ayudar. O sea que nuestras grandes imperfecciones y defectos, ellos los tienen ampliamente superados, tienen otros defectos, cosa normal, pero ellos nos aventajan en mucho, el desarrollo de la conciencia es superior, así como su espiritualidad, entre las facultades psíquicas está la telepatía y el don de conocer lo que va a ocurrir, son capaces de reunirse en lugares donde se produce un acontecimiento cósmico y de estar en lugares donde van a poder ayudar. En la antigüedad eran animales sagrados pertenecientes al mundo de los dioses. Su inteligencia sin duda es superior a la nuestra, pero la mentalidad es diferente, ellos buscan disfrutar de la vida en comunidad, nosotros buscamos disfrutar de la vida controlando y dominando a nuestra comunidad.
Los experimentos y hechos que muestran la inteligencia de los delfines son muchos, y pensemos que inteligencia deben de tener para comprender y participar el experimentos en un medio que les es ajeno y con una especie diferente. Cuando los humanos tienen una dificultad enorme en entender algo en un medio que no sea familiar, ya no ajeno, simplemente familiar, como es el adaptarse a una nueva tecnología, una profesión diferente o un idioma en el caso de que uno no sea un niño, o una persona de ciudad que por circunstancias tenga que vivir en la naturaleza, o sea que realmente no es difícil actuar, pensar o entender lo diferente, y ello demuestra que nuestra inteligencia es muy limitada. Además ellos aprenden jugando, disfrutan aprendiendo, nosotros aprendemos por voluntad, y contra eso no se puede competir.
Un día un amigo me dijo: que si una civilización extraterrestre llegase a la Tierra, posiblemente contáctase con los delfines antes que con los humanos, pues nosotros no tenemos una inteligencia tan cósmica y global como nuestros amigos marinos, y además que podría aprender alguien del espacio exterior de nosotros, como dominar y destruir, o una tecnología que ya tendría quien fuese capaz de llegar aquí desde el exterior. Probablemente los delfines tengan acceso a percibir algunas señales desconocidas para nosotros del cosmos. Hablamos de los delfines pero están las orcas, ballenas y demás mamíferos marinos.
Nosotros, los hijos mayores de la naturaleza, cada vez sincronizamos menos, y generamos los ritmos en función de nuestros intereses materiales, nos alejamos de la naturaleza.
Nosotros nos creemos superiores porque pensamos que controlamos la naturaleza y domesticamos a los animales, los sometemos a nuestros caprichos y no respetamos sus derechos, simplemente porque no son tan poderosos como nosotros.
Nuestra cultura espiritual es muy precaria, las religiones creadas por la civilización cuyo interés es promocionar una serie de ideas y códigos de vida, para que los demás vivan según dicte la autoridad religiosa del lugar han anulado toda señal de espiritualidad, y aunque podemos considerarnos los más evolucionados por dominar la materia y desarrollar una tecnología, ni somos los más espirituales, ni los que más hemos desarrollado más la conciencia.
Durante años, animales de todas las especies han dado muestras de sorprendentes poderes psíquicos, que probaron ser tan extraños e inexplicables como las más inusitadas experiencias paranormales. Se presentan un conjunto de evidencias que revelan y explican hechos de telepatía, precognición y percepción a distancia.
Nosotros, los hijos mayores de la naturaleza, cada vez sincronizamos menos, y generamos los ritmos en función de nuestros intereses materiales, nos alejamos de la naturaleza.
Profesor Miguel Antonio Ojeda 